Posted by on Abr 29, 2020 in Artículos | Comentarios desactivados en Conferencia sobre el KARMA de Rudolf Steiner

Conferencia sobre el KARMA de Rudolf Steiner

Charles Kovacs 

Conferencia sobre el KARMA de Rudolf Steiner

27.8.1924 en Londres

[…] Pero también había otra contraparte física del encuentro de las dos corrientes. (viene hablando del Rey Arturo, Tintagel, y la corriente del Santo Grial, Steiner llama Corriente del Santo Grial a la que lleva el cristianismo desde Palestina, a Grecia, a Roma y de allí al Noroeste).

En el año 869 dC hubo un concilio eclesiástico, un encuentro de obispos en Constantinopla, y en este encuentro decidieron que la idea de que el hombre es un ser ternario de cuerpo, alma y espíritu, era herejía: el hombre solo tiene cuerpo y alma. Esto fue un grave error; un terrible desacierto.

La conferencia luego se refiere a otro Espíritu Solar que sólo es servidor del Espíritu sublime, de “Cristo-Sol”, es el Arcángel Micael. Es uno de los siete Arcángeles que guían, cada uno de ellos a su turno, por aproximadamente 300 años, la evolución de la humanidad. A Micael en la evolución le interesa particularmente la inteligencia de la humanidad. Y un período muy importante de la historia bajo la guía de Micael fue el siglo IV aC, la época en la que Platón y Aristóteles enseñaron filosofía en Atenas y cuando Alejandro Magno llevó las ideas de Aristóteles a Egipto, Persia y al Norte de la India. Si alguien le hubiese preguntado a Aristóteles o a Alejandro quién inspiró estas ideas, al inspirador cósmico lo habrían nombrado de otro modo, no Micael. Pero a quien se referían era: al gran Arcángel, al servidor del Espíritu Solar.

Ellos cruzaron el umbral y, desde el mundo espiritual vieron, que el Dios Solar a quien ellos conocieron bajo el nombre “Helios” –y nosotros conocemos como Cristo–, dejó la esfera solar y bajó a la Tierra.

Para ambos, Aristóteles y Alejandro, que tenían esa relación especial con Micael, y, a través de Micael, una relación especial con la esfera solar, no había duda: Ellos estaban resueltos a servir al Dios Solar, Cristo y al Arcángel Micael en la Tierra en todas sus siguientes vidas terrenales.

[…] la traducción de la obra de Aristóteles al idioma árabe… astronomía, astrología, medicina y biología, llegó a manos mahometanas, hostiles al cristianismo… y estas almas mahometanas anunciaron sus intenciones anticristianas para incluso las próximas encarnaciones.

[…] En el siglo XVI encarnaron Harun y su consejero en Inglaterra como Lord Francis Bacon y Amos Comenius. Bacon, para dar a conocer sus puntos de vista filosóficos –completamente opuestos a los de Aristóteles– escribe sobre todo aquello que vivencia. El modo de ver reduccionista de Bacon en cuanto a que solo vale lo que ven nuestros ojos, oyen nuestros oídos, o perciben nuestros sentidos, primero fue rechazado. Aunque después de su muerte, más y más personas del mundo académico prominente fueron tomando su filosofía.

Rudolf Steiner da una sorprendente explicación a este cambio: Cuando el alma de Bacon dejó su cuerpo, de su alma salieron “ídolos”.

“Ídolos” es un término que aparece en el Antiguo Testamento. Para los hebreos del Antiguo Testamento había un ser divino: Jehova. Los dioses venerados por otros pueblos (Egipcios, Babilonios, Griegos) eran “ídolos”. (Significa seres demoníacos, espíritus malos, inferiores). Y, del alma de Bacon, el antiguo Harun Rashid, nacieron multitudes de tales “ídolos” que tomaron posesión de las almas que ya tenían cierta inclinación, fundamentalmente materialista, y esta visión fue cada vez más dominante en los siglos siguientes. Aún sigue dominando hoy. Para quien es aristotélico es un verdadero desafío trabajar en contra de esa tendencia.

En una conferencia del 27.11.1923 Rudolf Steiner habla del trasfondo de esta guerra. En la cara del disco solar aparecen pequeñas “machas”. No es algo nuevo, pero adquiere un nuevo y especial significado en nuestro tiempo. Donde vemos estas “manchas” solares, las grandes potencias que gobiernan la esfera solar (la segunda Jerarquía) lanzan masas de sustancia solar hacia el cosmos, de esa masa se va formando la materia de los cometas y meteoritos (las así llamadas estrellas fugaces). Consisten de hierro.

El hierro no solo se encuentra en la Tierra, también existe en el cosmos, es esa sustancia lanzada hacia afuera por el sol.

Este hierro cósmico se transforma en el arma de Micael. En una conferencia del 5.10.1923 Rudolf Steiner describe cómo Micael usa el hierro cósmico para vencer las fuerzas del dragón Ahrimánico, que tiene por propósito nublar la conciencia humana, llevar a que nos transformemos en seres soñadores y soñolientos, aun estando despiertos. A medida que nos aproximamos al otoño, Micael derriba a Ahriman con el hierro cósmico. Esta es la razón por la que en el hemisferio Norte en agosto suele haber lluvia de estrellas. Micael, de entre los Arcángeles, representa las fuerzas solares. Él bajo su mando también tiene fuerzas de Marte. Micael es un guerrero. Las fuerzas solares no se limitan a la esfera solar, llegan hasta Marte, que también es una esfera del hierro. Muchas imágenes antiguas muestran a Micael en armadura de hierro, y su espada también de hierro.

Hay otro aspecto del hierro: es una sustancia en la sangre. Rudolf Steiner señala que si no hubiese hierro en nuestra sangre, tendríamos el impulso de libertad pero en nuestro cuerpo no tendríamos la posibilidad de realizar esta libertad. Es el hierro en nuestra sangre el que hace posible la libertad.

El hierro también tiene que ver con el calor en nuestro cuerpo, en la sangre. La temperatura del cuerpo de los peces, los renacuajos, los reptiles, depende de su entorno, en otras palabras, del sol. Los seres humanos, en cambio, tienen todos su calor propio (alrededor de 37°C). Se puede decir que nosotros tenemos nuestro propio sol interior. Y esto se debe al contenido de hierro en nuestra sangre.

Micael no sólo es el representante de las fuerzas solares, él también representa la fuerza del hierro en el cosmos y en los seres humanos.

En esta conferencia, Rudolf Steiner dice que las almas que en la actualidad están, viven y trabajan los contenidos antroposóficos, en el siglo XIV fueron miembros de la Escuela de Micael en el mundo espiritual. A dicha escuela no sólo asistían seres humanos, sino también Ángeles y Arcángeles, y también seres elementales. Y, entre las almas humanas había quienes habían sido platónicos, otros aristotélicos y también había quienes venían de la comunidad del Rey Arturo. A todas estas almas,  mediante grandes imágenes, le fueron presentados los contenidos de los antiguos Misterios. De esta forma eran preparados para comprender los Nuevos Misterios que serían revelados por la Antroposofía en la futura época micaélica que comenzó en 1879 y durará 300 años.

Aristóteles mismo volvió a encarnar unos años antes, en 1860 como Rudolf Steiner. Desde su infancia tuvo el don de una clarividencia nueva: en la transformación en el pensar. El alma de Alejandro encarnó unos años más tarde como Ita Wegman, la médica que con Rudolf Steiner desarrolló la medicina antroposófica. Han llegado es esta época de Micael porque es la época de la libertad, pero también la época en la que la humanidad está siendo puesta a prueba, una prueba que nunca antes se había dado en la historia de la humanidad.

Vivir en esta época, es una especie de privilegio; esperemos que podamos vivir hacia aquello que los mundos espirituales esperan de nosotros, aquello que Micael espera de nosotros.

Y se puede agregar algo que habiendo leído esta conferencia tal vez irradie un poco mejor 

 La misión de Micael consiste en llevar al cuerpo etéreo del hombre las fuerzas que permiten a los pensamientos sombra volver a cobrar vida, y entonces los seres anímicos y espirituales de los mundos suprasensibles se acercarán a los pensamientos así vivificados. El hombre liberado podrá convivir con ellos, igual como convivía antaño el hombre que era mera imagen físico-refleja de la actividad de esos seres.                   12.12.1924

La reverencia y el respeto por el mundo espiritual despierta una fuerza de simpatía en el alma mediante la cual “atraemos cualidades de las entidades que están en nuestro entorno, las que de otro modo, quedan encubiertas”.

“…de esa manera, van despertando fuerzas que de otro modo permanecen semi-dormidas. Es decir, en el ser humano se van abriendo los ojos espirituales. Así es como empieza a poder ver las cosas en su derredor, cosas que antes no podía ver. Empieza a comprender que antes solo podía ver una parte del mundo que lo rodea”.

El amor espiritual, la entrega en espíritu y la compasión, son cualidades de este tipo. Ellas, al igual que la devoción, se caracterizan por vivir en ellos una real unión con el mundo.