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Congreso internacional de Pentecostés 1997 en Hamburgo

Conferencia del 17 de mayo de 1997
Michael Debus

El ataque del adversario y el poder del Yo

1. El poder del mal adquirió una nueva cualidad
2. Desterrados – seres humanos en la búsqueda de hogar

La relación del ser humano para con el mal ha cambiado.
Parte occidental del Goetheanum – ventanas rojas. Micael (San Jorge) incorporó al dragón, lo abraza, lo “digiere”. El esfuerzo no está puesto en exterminar el mal sino en transformarlo. De esto salimos fortalecidos.

Del error podemos aprender a separar lo esencial de lo que no lo es. Este despertar es doloroso. Hay desilusión; las ilusiones son removidas o se renuncia voluntariamente a ellas.

Fruto del mal: reconozco el error, soporto el dolor, aprendo a comprender en mayor profundidad; se hace la luz.

Culpa: culpa como materia prima para un obrar creativo; estímulo para relacionarse con el mundo. Calor para la acción creativa.

Del error – la luz
De la culpa – calor para la acción creativa

El reverso del mal, el lado encubierto, oculto.
El mal lucha contra el mal, aparecen imágenes que no permiten cosechar luz del error y calor desde la culpa.
Interés de sembrar nuevas ilusiones: surgen realidades propias (Disney, hambre insaciable de vivencias producidas por y orientadas hacia un mundo de apariencias).

La luz que no surge desde el dolor es luz oscura (sin comprensión profunda), es luz que proviene invitada por el mal, sin comprensión profunda. La relación no es cálida y propone una relación fría para con el mundo.
Estos fenómenos aparecen por primera vez en el siglo XX. Algo nuevo que no aporta nada y no permite transformar desde el mal (desde lo que estuvo mal).

La violencia adquirió dimensiones nuevas. Aparece la violencia ‘sin sentido’. El perpetrador perdió la relación para con su víctima. Recién suelta cuando él mismo se
siente agotado. ‘Desindividuación’. La violencia surge desde adentro, solo se vivencia en sí misma. Violencia que es intoxicación, ebriedad, llena de energía proveniente de sí y para sí, deja de tener relación con el afuera. Se vincula con la luz ‘oscura’ y con la calidez ‘fría’, es decir el mal del Mal. Son las mismas fuerzas que desembocaron en el holocausto que en la actualidad se ven por doquier. Fuerzas que no pueden ser integradas, son extrañas al Cosmos.

2. La pérdida del hogar

Todos nos sentimos desterrados, estamos buscando poder confiar en un orden superior, buscamos cobijo, calor, etc. Necesitamos una nueva cualidad de hogar. Esta nueva cualidad no puede ser buscada en el pasado, está en lo por venir, en el futuro. Patria como el País del Hijo, no la Casa del Padre (Vaterland). Aquello que no soy aún, allí donde ya existo en el futuro- Cualidades del nuevo hogar del Yo. Este hogar es posible. Se halla dentro de nosotros, desea ser creada constantemente, se trata de algo que ya existe.

Resumen

El mal que quiere ser ‘digerido’. En ese espacio el mal empieza a perder su poder.
El hogar que viene a nuestro encuentro desde el futuro está más cerca de lo que pensamos.

Estos son los dos aspectos que van de la mano en el siglo XX. La mirada tiene que estar dirigida hacia el futuro, al lugar donde se halla el hogar. En el futuro está el arquetipo de mi ser real. Nunca más cerca que hoy día.