Posted by on Nov 2, 2014 in Artículos | Comentarios desactivados en Cristo en lo étereo

Cristo en lo étereo

Con respecto a la reaparición de Cristo en lo etéreo
Rudolf Steiner (Lugar y Fecha desconocidos)
… tan solo tratemos de contemplar los pasos que consumará Cristo en el espacio a su disposición a consecuencia del karma humano del misterio de Gólgota, en lo que al karma de la humanidad frente a Él se refiere.

Cristo ha sido juzgado por la humanidad. Ahora tiene la posibilidad de presentarse como juez ante la humanidad. Juzgar en el sentido de Cristo, no significa una revancha, porque Cristo al mundo le trae la anulación del principio de represalia; juzgar en el sentido de Cristo significa que Él despertará conciencia. Él tendrá la posibilidad de obrar en el espacio, de dar un paso que en los seres humanos provocará un despertar de la conciencia. El primer signo anticipatorio de la venida de Cristo en lo etéreo será una ola de sensaciones elementales, por lo pronto de sentimientos que tomarán posesión de los seres humanos con un poder elemental, y los seres humanos no sabrán de dónde provienen esos abrasadores sentimientos de vergüenza que aparecen en el alma. Así se podría decir, que el alborear de la aurora de la aparición de Cristo en lo etéreo será el color rojo de la vergüenza. Los seres humanos, con irresistible poder, experimentarán la decepción en cuanto a los valores que ellos apreciaban como lo verdadero y lo hermoso, y en su alma tendrán que experimentar una especie de revalorización de todos los valores. Del mismo modo como en el Kamaloka se experimenta una revalorización de todos los valores de la vida, porque se ingresa dentro de los rayos de la conciencia del mundo, así los seres humanos tendrán que experimentar una revalorización de los valores de la vida, porque experimentarán el obrar de Cristo, quien obrará en el espacio, en el plano horizontal.

Y tal como Cristo en el pasado fue azotado y coronado de espinas, esto significa que no sólo despertará la conciencia en los seres humanos, sino que Él los tocará. Del mismo modo en el que Él fue azotado, Él podrá tocar a los seres humanos que experimenten desesperación, brindándoles consuelo y valor. El acercarse para insuflar coraje para volver a crear es la consecuencia de haber sido azotado. Habrá entonces seres humanos, que dirán: “Nosotros empezaremos de nuevo, porque todo lo que fue creado antes no resiste esta luz”. En cierto modo, en el reino humano tiene que comenzar el primer día de la creación. Los seres humanos no tendrán ese valor por sí mismos, sino que ese valor surgirá a partir del toque de Cristo a consecuencia de los azotes que Él tuvo que experimentar.

Y tal como en el pasado Él fue coronado de espinas, ahora distribuirá tareas a los seres humanos y a grupos de seres humanos, de cómo servir a su obra. Él coronará a los seres humanos con obligaciones de amor. En el mundo existe el concepto de obligación. La “obligación” hará que los seres humanos alguna vez desemboquen en una catástrofe, porque todo lo malo que se crea en el mundo, eso es lo que los seres humanos seguirán por obligación. Crerán un coloso sobre pies de barro. En la venida etérea, Cristo a seres humanos y a grupos humanos les impartirá tareas de amor. En lugar de la obligación, la tarea a cumplir será amar.

Y tal como en el pasado Cristo tuvo que llevar su cruz sobre la que sería crucificado, Cristo, quien reaparecerá en lo etéreo, sanará a los seres humanos de sus dolencias, de manera que la sanación del destino partirá de Él, de modo que los seres humanos que lleven su cruz, tendrán la fuerza para llevarla mediante una sanación anímico- física.

Y si Cristo en el pasado fue crucificado, habiendo Él mismo dicho las palabras:

“Padre, perdónales, porque ellos no saben lo que hacen”,

en esas palabras también está contenido lo que es su voluntad, para obrar como consecuencia kármica de la crucifixión, a saber: que los seres humanos sepan lo que hacen. La consecuencia kármica de que Cristo fuese crucificado, no sólo será que la humanidad también será atada, crucificada, sino que los ojos de los seres humanos se abrirán, a través de Cristo despertará una nueva clarividencia, para que los seres humanos vean y sepan lo que hacen: La clarividencia kármica que es la visión del karma. Si el ser humano hoy hace algo, no conoce la consecuencia kármica. Pero el ser humano del futuro sabrá lo que hace. La clarividencia kármica es la respuesta de Cristo a la crucifixión, que aconteció, porque los seres humanos no sabían lo que hacían.

De esta manera Cristo transforma lo negativo en positivo. La reaparición etérea es una respuesta del Ser de Cristo al trato que Cristo-Jesús recibió cuando caminó como ser humano entre seres humanos.