
Limpieza
Limpieza de espíritu es aceptar una mirada penetrante sabiendo que no tienes nada que esconder. Ella surge con una conciencia feliz y un chequeo constante.
La felicidad está basada en la serenidad, en no reaccionar repentinamente ante actitudes o circunstancias, en no retroceder frente a la adversidad o saltar de alegría. Una flexibilidad en la cual sencillamente te mueves de acuerdo con el momento, calmado pero alerta. También está basada en la satisfacción plena de los sentidos: cuando los ojos están viendo lo invisible y los oídos están oyendo lo inaudible, penetrando las sutilezas de la vida, hay felicidad. Cuando las reacciones no se asientan en los mensajes que entran desde aquello que es de segunda mano, sino en el conocimiento original profundo que es de primera mano, entonces hay felicidad. Hay felicidad cuando la mente encuentra la vida con frescura, sin caer en patrones o crear expectativas en exceso, sino, reconociendo su propio valor, simplemente, por ser un instrumento maravilloso. Hay felicidad cuando la mente se nutre.
Esta nutrición es un chequeo constante, una vigilancia contra impostores. Cuando una mente está funcionando en profundidad, está alerta, pero algunas veces, en su silencio no percibe las amenazas superficiales, el flujo interminable de pensamientos de otras mentes al cual está expuesta. Ella puede imaginar que esos pensamientos son de sí misma y, en lugar de excluirlos de inmediato, trata de adiestrarlos al silencio. Esto se llama trabajar con suciedad. Cualquier cosa venida de afuera que aterrice en la mente y se introduzca en sus reacciones, es una contaminación del espíritu. Estar alerta a eso es un desafío llamado vida.
Entonces, ¿qué es la limpieza? Es sustentar plenamente quien eres tú, reaccionando desde lo más hondo de ti, liberándote de la irrelevancia, progresando en línea recta. Y si alguien viene a inspeccionarte, verá solo trabajo, duro y honesto, al cual no le importa ser observado porque sabe que la perfección está en el horizonte. Un poco distante, pero allí está.